En el sector bancario las estrategias de precios varían en función de los objetivos específicos de la institución y las condiciones del mercado; ya sea para ganar cuota de mercado, mantener la competitividad o maximizar la rentabilidad; la clave es la flexibilidad y la capacidad de ajustar las estrategias de precios. Es recomendable trabajar iniciar en espacios controlados y estimar el impacto en la cuenta de resultados. A continuación, se detallan algunas de estas estrategias:
- Basados en el Mercado: Ajustar las tasas de interés en línea con las de la competencia para evitar perder cuota de mercado, asegurando que los productos del banco sean competitivos y atractivos para los clientes.
- Diferenciados por Clientes: Basarse en el perfil del cliente, su historial con el banco, sensibilidad y sus necesidades específicas para ofrecer tasas y condiciones personalizadas.
- Penetración: Ofrecer tasas de interés muy bajas en productos como préstamos para atraer nuevos clientes, con la posibilidad de generación de Cross Selling.
- Descremado: Establecer tasas de interés más altas o tarifas más elevadas para productos financieros de alta gama, dirigidos a clientes dispuestos a pagar más por beneficios adicionales o servicios personalizados.
- Dinámicos: Cambiar las tasas de interés y condiciones en tiempo real basándose en cambios en el mercado financiero y en la demanda de productos específicos.
- Basadas en Relación Cliente: Ofrecer tarifas reducidas o condiciones especiales a clientes que mantienen su relación con el banco durante un largo período.
- Recompensas: Implementar programas de recompensas que ofrezcan beneficios financieros adicionales por el uso continuo de los productos y servicios del banco.
- Regionales: Ajustar los precios y las condiciones de los productos financieros según la ubicación geográfica, considerando factores locales como el nivel de competencia, la demanda y el poder adquisitivo.
