Ambas empresas buscan ser rentables, pero sus modelos de negocios difieren significativamente. Mientras que las empresas de intermediación financiera se centran en actividades financieras y generan ingresos principalmente a través de intereses, enfrentando riesgos crediticios, de mercado y regulatorios que afectan su rentabilidad, las empresas de servicios en general ofrecen servicios no financieros y evalúan su rentabilidad en función de la eficiencia en la prestación de esos servicios.
🔎 En una empresa de intermediación financiera la evaluación de la rentabilidad, a nivel de margen, se basa en el cálculo de líneas de negocio tanto del activo como del pasivo de su balance.
En el caso del producto del activo (colocación), se determina por la diferencia entre la tasa de interés de los préstamos otorgados y la tasa de transferencia o pool de fondos. Por ejemplo, si un banco concede un préstamo al 8% y la tasa de transferencia para ese plazo es del 6%, la rentabilidad del producto sería del 2%.
Por otro lado, en el producto del pasivo (depósito), se analiza la diferencia entre la tasa de interés pagada por los depósitos de los clientes y la tasa de transferencia, es decir, la tasa de rendimiento que podría obtenerse al invertir esos fondos en otras oportunidades. Por ejemplo, si un banco paga una tasa del 2% por los depósitos ahorros y podría obtener un rendimiento del 6% al invertir esos fondos en el mercado, la rentabilidad del pasivo sería del 4%.
🔎 En contraste, en otras empresas de servicios (no de intermediación financiera), la rentabilidad se calcula comparando el costo de proporcionar el servicio con los ingresos generados por el mismo. Por ejemplo, una empresa de telecomunicaciones podría evaluar la rentabilidad de una línea de negocio comparando los ingresos por suscripción mensual con los costos asociados, como el mantenimiento de la infraestructura y el soporte al cliente.
En resumen, mientras que en una empresa de intermediación o bancos la rentabilidad de los negocios se calcula principalmente en función de la diferencia de tasa de captación o colocación vs. su tasa de transferencia, en otras empresas de servicio se evalúa más en términos de los ingresos generados por el servicio ofrecido y los costos asociados a la prestación del mismo.
